COMANDEMOS TODOS
“Que sea el
pueblo, el puro pueblo de Cristo, el que gobierne”
Nicolás
Maduro (Chávez II)
“Rasguen su
corazón y no sus vestidos”
Jorge Mario
Bergoglio (Francisco I)
Recuperemos
el inmortal mensaje de Jesús. Leamos los
Evangelios, todos ellos, no sólo los cuatro elegidos y tergiversados por las
iglesias falaces, mentirosas, perversas, corruptas, materiales, pedófilas,
mafiosas, poco divinas pero bastante humanas y pedestres.
Tales
documentos son fruto y testimonio de la fe de las iglesias vivas que son las
personas, según predicó y nos enseñó el Cristo.
Cada uno de
nosotros -desde el desnutrido paria de la India que se niega a tomar leche,
hasta el papa de Roma que protege criminales y engaña inocentes- es un templo
del Espíritu Santo y posee una conciencia que lo obliga a responder por sus
actos y a comportarse con honorabilidad y respeto hacia los demás.
Denunciemos,
repudiemos y castiguemos a las bestias sionistas, teístas y masonas, que nos
impiden vivir dignamente mientras nos estafan, nos dividen, nos enfrentan y nos
condenan.
No hay
redentores ni Mesías. La salvación es
asunto de todos. Y es muy humano.
Por fortuna,
el gobierno de Chávez constituyó una ruptura con la falaz democracia
representativa, cuyas justas electoreras no dejó de ganar, de modo que los
ciudadanos han adquirido conciencia política y entienden la necesidad de
participar ampliamente en la toma de las decisiones públicas que los afecten,
en vez de seguir cediendo su soberanía a supuestos representantes.
Es algo que
sucede en muchos países, incluyendo la sufrida Honduras; no deja de expresarse
en el México traicionado por Enrique Peña Nieto, y se está manifestando en la
adolorida Colombia, cada vez más madura y cuya población entiende la necesidad
de intervenir en la definición de las políticas públicas, incluyendo la
reconstitución del Estado con criterios realmente democráticos.
El alto
grado de corrupción existente entre los politiqueros incorporados al gobierno,
prácticamente en todos los países, reclama una reacción contundente de la
población, que deberá aprender a ejercer el control de las instituciones
creadas para servirles a los ciudadanos y no para enriquecer corruptos.
De similar
efecto es el desprestigio creciente de las religiones, en particular la
católica. Su decadencia afecta a los sacerdotes de todos los niveles,
permitiéndoles a los fieles entender que se trata de gentuza disfrazada de
intermediaria de dios, pero mucho más próxima al demonio, de modo que es
absurdo seguir creyéndoles sus mentiras.
Tanto la
salvación del alma como la defensa de la Vida exigen la participación directa
de todo el que se considere digno, de modo que sus ideas y posiciones sean
conocidas, debatidas, rechazadas, matizadas o adoptadas a partir de un proceso
realmente democrático.
La
existencia de intermediarios está en franca decadencia, pues ya es claro que
nadie es capaz de defender consecuentemente a nadie, aunque sólo sea por la
imposibilidad de interpretarlo claramente.
En cambio, con las tecnologías actuales, a cualquier hora y desde
cualquier lugar, cada uno puede defender sus intereses y puntos de vista en un
Ágora Virtual, de ámbito universal pero también local.
Tanto la
democracia representativa como la intermediación entre los dioses y sus
criaturas, han demostrado ser meras convenciones sociales que explotan las
ilusiones de las personas ingenuas, buenas, ignorantes, fronterizas o tímidas, dotando
de un poder enorme a sus engañadores, generalmente sicópatas ambiciosos e
inescrupulosos. Igual pasa con el papel
moneda…
Por tanto,
su transformación es urgente. Pero
requiere la participación de los afectados en vez de las arbitrariedades de las
autoridades espurias que los suplantan, y que aplican religiosamente las
recetas neoliberales.
Nicolás
Maduro parece haberlo entendido. De ser
así, el actual proceso electoral ha de ser protagonizado por los ciudadanos, y
habrá de estar dirigido por programas político-sociales concertados por los
interesados, que se cumplan rigurosamente, y cuyos encargados de su gestión
sean personas idóneas y honradas, que accedan a los cargos por sus capacidades
profesionales en vez de a punta de intrigas, y que tendrán que rendirles
cuentas a los afectados por su actividad.
Es
indispensable denunciar constantemente la perversidad de los politiqueros,
endilgarles responsabilidades y castigarlos ejemplarmente por sus delitos,
tanto con cárcel como con expropiaciones de lo que se han robado, y con la
prohibición de que tengan acceso a cargos públicos, para lo cual es
indispensable difundir sus delitos.
De hecho, es
la misma vía que han de recorrer urgentemente, en el Mundo entero, todos los
pueblos subyugados, explotados, expropiados y engañados.
Sin duda, un
camino semejante habrán de seguir los creyentes para evitar el Juicio Final que
les han decretado los funcionarios religiosos, entre los cuales sobresalen los
extremistas sionistas, asesinos consuetudinarios de los palestinos y, ahora
-con la ominosa y persistente presencia del partido Likud y del fundamentalista
primer ministro Benjamín Netanyahu-, enemigos declarados de la Humanidad, la
Vida y el Planeta.
El desafío
es palpable e innegable. De ahí que los
pueblos estén reaccionando, en particular defendiendo su derecho a un medio
ambiente sano y a una economía justa y sustentable, que privilegie la
producción real y castigue ejemplar y oportunamente la especulación de la
economía formal. Ésta nos tiene arruinados
artificialmente, privando a los ciudadanos del disfrute del progreso, en vez de
castigar a los especuladores ladrones que nos lo impiden.
Estos
objetivos exigen un rechazo radical a la economía especulativa o de casino,
tanto como a la gran minería y a las mega obras que destruyen ecosistemas por
todo el Mundo. Igualmente exige el
repudio y el castigo a los monstruos plutocráticos dueños de los bancos, las
aseguradoras y las calificadoras de riesgo, tanto como de las corporaciones que efectúan la destrucción
contando con la vileza de los cipayos.
El asunto es
personal, pero nos afecta a todos, de modo que no lo pueden resolver
individuos, por muy sobrados que se sientan o por mucha experiencia politiquera
que exhiban, pues requiere el acuerdo de los afectados, sin cortapisas de
ningún tipo.
Por eso, la
responsabilidad de cada uno es ineludible, así se niegue a ejercerla. Tu conciencia habrá de orientarte, pues nadie
tiene derecho a obligarte a nada. De ahí
que cada uno sea tan importante como lo eres tú. Eres un ser soberano, de modo que puedes ser
libre y responsable, o negarte a ejercer tu grandeza y dejar que te suplanten.
Lo cierto es
que lo que decidas nos afecta a todos. Y
si es favorable para la Vida y la Humanidad, será bienvenido y replicado. En caso contrario, será repudiado junto a las
sociedades piramidales imperantes en la Historia y condenadas a desaparecer con
ella, ya sea porque las superemos o porque los enemigos comunes logren destruir
la biosfera.
En cualquier
caso, el tiempo se agota a la par que la biosfera que ha generado y albergado
la Vida. No es nada trivial ni
milenarista. La amenaza es real, global
e inminente.
¡No se trata
de ningún alarmismo de histéricos desocupados o tarados; y los pueblos lo están
entendiendo aceleradamente!
Si no
reaccionamos, nos fregamos. Así de
sencillo, como diría mi hermano.
ANEXOS
1. ¡ENTONCES SI HABRÁ REVOLUCIÓN!
por Javier Monagas Maita
2. Chávez nuestro que estás en los
pueblos por Juan Carlos Monedero
3. Diego Olivera-El pueblo
bolivariano apoya la revolución democrática y a Nicolás Maduro
4. Ernesto Wong-El Paradigma
Chávez II
5. Luismi Uharte-Chávez deja una
estrella roja en el firmamento
6. Miguel A del Pozo-Carlo María
Martini vs Joseph Ratzinger el Vaticano en crisis
7. Emilio Nahín Rojas Madero-Fredy
Layva Irra-Capitalismo vs narcoinsurgentes igual socialismo
8. Sabes que es un transgénico
sm_jg
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