EL ORIGEN DE LOS CÁNTABROS
Si en el
artículo anterior afrontábamos el problema de las fuentes, ahora afrontamos el
del origen de los cántabros. ¿Cuál es?
Para
contestar tenemos que remontarnos a muchos siglos antes de la existencia de
esas fuentes, más allá de la Protohistoria de la Penísula Ibérica. Tenemos que
remontarnos a los indoeuropeos.
Estos
indoeuropeos, origen de la familia de lenguas más hablada del mundo, habitaban
un territorio que se extendía aproximadamente entre la zona del Caúcaso y del
Mar Caspio. En torno al año 2.500 a.c grupos de ellos se desplazarán hacia el
este y ocuparán zonas de Asia como Irán y la India.
Otros grupos
se desplazarán hacia el oeste, en sucesivas oleadas. Estos indoeuropeos serán
el origen de pueblos como los germanos, los itálicos, los griegos, los eslavos
o los que más nos interesan, los celtas.
Las primeras
invasiones indoeuropeas les llevaron a Europa Central, las segundas invasiones
del 1200 a.c será mucho más masiva y les llevará a tierras mediterráneas y a
Iberia. Los indoeuropeos pasarán el Pirineo y se asentarán en el nordeste, en
la futura Cataluña.
Pero terminó
por prevalecer el sustrato mediterráneo, lo que explica que los gentilicios y
topónimos en Cataluña sean íberos. En los siglos siguientes, nuevos grupos se
asentarán en los afluentes del Ebro.
Los grupos
de indoeuropeos que podemos calificar como plenamente celtas aparecerán en
torno al 750 a.c, fecha en la que el hierro llega a la península ibérica. Junto
a ellos, debieron entrar grupos de indoeuropeos no celtas, como los lusitanos.
La migración
es tal que las tierras no mediterráneas al norte del Tajo se
"celtizan" e incluso la presencia de los celtas en la futura
Andalucia es notable.
En lengua
celta se utilizaran sufijos como -briga y -dunum y prefijos como -seg para
ciudades. Y el sufijo -co y el prefijo -bel
para los gentilicios. En Iberia aparecerán topónimos como Segovia,
Segóbriga, Segeda... y gentilicios como arévacos y belos.
En cuanto a
la zona ocupada por los cántabros, se extendía desde el Sella hasta el Nervión.
Al oeste limitarían con los astures y al oeste con los autrigones, pues los
vascones estaban entonces mucho más el este.
Vámonos a la
conocida cita de Estrabon sobre los pueblos prerromanos del norte de Iberia:
“Tal es la
vida de los montañeses, es decir, como tengo dicho, de las tribus que ocupan el
lado septentrional de Iberia: los galaicos y astures y cántabros hasta los
vascones y el Pirineo. Porque es idéntica la vida de todos ellos.”
Muchos
autores han seguido esta cita a pies juntillas, y parece que no eran todos de
costumbres tan idénticas. Tenían muchas cosas en común, y otras no tanto. Pero
la posible sorpresa la tenemos en que el "celtismo" del norte de
Iberia no era ni mucho menos absoluto.
Así como las
tierras de la Meseta estaban muy poco pobladas, lo que explica que fueran
fuertemente celtas, las del norte debían tener un volumen de población
autóctona importante.
Por lo
tanto, en la zona de los cántabros, junto con las otras del norte se unían en
proporciones variables tres tipos de población: la autóctona, la indoeuropea y
la indoeuropea propiamente celta. Y como la cultura originaria tenía un peso
importante, ni los astures ni los cántabros eran tan completamente celtas como
es común pensar.
Para afirmar
esto nos basamos en que los propios nombres de astures y cantabri no son indoeuropeos, como no lo
son la mayor parte de sus topónimos, ni tampoco muchas de sus costumbres, pero
eso lo dejamos para el próximo artículo.
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