MEMORIAS LARGAS Y CORTAS
Sacar ahora
a relucir las responsabilidades en los bombardeos de Barcelona en 1937 y 1938,
no como cuestión de investigación y debate histórico, sino como iniciativa
judicial por crímenes de guerra abierta por la sección décima de la Audiencia
de Barcelona, es progresista. Pedir que los criminales de ETA cumplan íntegras
sus penas, que los beneficios penitenciarios les sean aplicados con la
interpretación más dura y restrictiva que la ley permita, que no sean
aproximados a su "país", que los partidos de sus cómplices no sean
legalizados o que no ocupen cargos públicos, en cambio, es reaccionario.
A
algunos sectores que se autoconsideran progresistas les sucede como a los
ancianos: tienen una excelente memoria para recordar lo sucedido hace 75 años,
pero olvidan lo que pasó ayer. La memoria histórica les da para las largas
distancias temporales, no para las cortas. La suerte de las víctimas les
indigna si éstas son "uno de los nuestros" pero parece que les
resulta indiferente si son "uno de los otros", según los haya
asesinado el franquismo o ETA.
Viene todo
al caso del nombramiento del ex concejal de Batasuna Jonan Fernández como
responsable de la nueva Área de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, justo un
día antes de cumplirse 15 años del asesinato de Alberto Jiménez Becerril y
Ascensión García Ortiz. Como bien ha dicho el presidente del PP vasco, el
nombramiento de Jonan Fernández "es negativo, porque siempre se ha
caracterizado por defender la postura de Batasuna de que en el País Vasco hay
un conflicto entre dos partes, lo que es falso e injustificado, y que es
precisa una negociación política" y porque "siempre ha estado en
contra de medidas eficaces contra el terrorismo, como la Ley de Partidos".
Por ello, ha concluido, "no es bueno que se ponga al frente de la política
de convivencia a alguien que se ha mostrado comprensivo con la visión
independentista y totalitaria. Es un paso atrás".
La postura
de Urkullu es la opuesta. Considera el nombramiento un gesto
"incluyente", ha defendido los méritos del ex batasunero "en
favor de la paz, el diálogo y el consenso social" y ha manifestado que el
proyecto de su Gobierno es el fomento de una "revisión crítica del
pasado" que, aunque "corresponde a todos", afecta "quizá a
unos más que a otros". Lo último es lo peor: el "quizá" que
iguala a unos (los asesinos, los totalitarios) y a otros (las víctimas, los
demócratas). Repugnante.
FUENTE: MÁLAGA
HOY
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