POR UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD
¿Hay vocación en el mundo del magisterio? ¿Existe una enseñanza de calidad?. ¿Están suficientemente preparados los docentes de nuestro país?. ¿Las leyes que rigen el sistema educativo son las idóneas? Son muchas las preguntas que hacen dudar de la eficacia de nuestro sistema educativo, y sin ir más lejos, el último informe Pisa nos deja bastante perjudicados.
Una reflexión: en el mundo de la medicina, de la arquitectura, de la ciencia… han ido mejorando día a día y sobretodo adaptándose a los avances técnicos y beneficiándose de ellos. Adaptándose a la realidad y a las circunstancias. No se concibe, por ejemplo, que un médico no se forme día a día, para dar el mejor diagnóstico a su paciente. En la medicina continuamente se mejora, y hoy en día hay vacunas que curan enfermedades que hace algunas décadas eran mortales. Los médicos asisten a congresos y se forman para estar a la última en diagnósticos y medicinas… Cuando vamos a la consulta del médico, exigimos que ese médico esté bien formado y que utilice los últimos medios para diagnosticarnos.
En cambio en el mundo de la Educación poco ha cambiado. ¿En qué se diferencia una clase de los años 60 ó 70 a una clase de hoy en día?. El profesor en su mesa y los alumnos en los pupitres toman apuntes o hacen las tareas. En lo único que se diferencia es que en cada pupitre hay un ordenador. Pero en el fondo, las clases que recibían nuestros padres a las que recibimos nosotros, poco han cambiado. Esto da mucho que pensar. En cualquier ámbito profesional se ha avanzado, pero en el mundo de la Educación el avance ha sido poco o nulo.
Creo que es hora de que la Educación comience a cambiar. Desde la formación de los futuros maestros y maestras (sólo 3 años, para formar a personas que formarán al futuro de nuestra sociedad), en cuanto al número de años de carrera como a la calidad que se imparten en las facultades. Pasando por cambiar el concepto de educación, en cuanto a la forma de impartirla. Desde siempre el colegio ha sido un sitio “cerrado” dónde solo tiene validez las palabras de los profesionales. Deberíamos dar espacio a más agentes y abrir las puertas de los centros a todo aquello que pueda beneficiar a la enseñanza y a la educación.
Además los profesionales de la educación deberían formarse e ir viendo qué tipo de metodología es la más adecuada hoy en día, y no quedarse encasillado en una metodología determinada. Los alumnos y las alumnas van cambiando, por lo que la metodología debería cambiar. Estudiar las tendencias que funcionan en otros centros e intentar llevarlas a la práctica.
Pienso que cualquier maestro/a debería impartir la misma educación que le gustaría que recibiera su propio hijo o hija. Con todo esto sólo quiero hacer reflexionar sobre el estado actual en el que se encuentra la Educación. También decir que existen grandes profesionales de la educación que intentan llevar todo esto a cabo. Desde aquí animarles a seguir por ese camino y que contagien con esa ilusión al resto de compañeros. Un saludo.
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