LA LIBERTAD DE PRENSA. RICARDO VILLA


SOBRE LA LIBERTAD DE PRENSA
La semana pasada, tomando café con unos amigos, en la casa Guaraná, comenzamos nuestra relajada tertulia sobre los diferentes puntos de vistas que en algunos temas muestran los medios de comunicación. No nos sorprendía ver cómo una noticia se puede interpretar de manera tan distinta; entendíamos que pueden existir tantas opiniones y puntos de vistas como personas somos.

Nos sorprendía que leyendo todos los periódicos, viendo todos los informativos y escuchando todas las emisoras de radio, veíamos cientos de formas de escribir distintas, observábamos decenas de rostros distintos y oíamos cientos de voces y texturas distintas; pero sumando todos sus contenidos, sólo obteníamos dos opiniones distintas.

Es decir, en la actualidad, y siendo terriblemente estrictos, hemos aumentado, únicamente, en un punto de vista respecto a otras épocas como la dictadura. ¿Es esa la libertad de prensa que tanto ha costado conseguir?

Todos sabemos que los grandes medios de comunicación pertenecen a organizaciones políticas, y su influencia se puede ver, oír o leer todos los días. Sin conocer profundamente el medio, supongo que habrá periodistas que estén de acuerdo con lo que escriben y otros, que no compartan las mismas ideas que escriben, que realizan un trabajo con el que ganarse el pan, y Dios gracia, que no están en el paro. Por la misma teoría, puedo imaginar que en la censura franquista, habría personas, que hacían esos trabajos, gustosas y otras que no, que realizaban su labor para ganarse el pan y mantener su vida.

Lo que quiero decir, simplemente, es que seguimos manipulados, y lo peor, es que lo venden como una libertad. Tengo derecho a decidir entre dos opciones, pero no más. Propongo una cuestión. Supongamos que un genio idea el programa político capaz de alcanzar todas las utopías nacionales y mundiales (paz global, empleo total, derecho a hogar digno, erradicar la pobreza, etc.) para las próximas elecciones generales. ¿Creen que las ganaría? No entremos a decidir si miente -el pueblo está acostumbrado a reconocer mentirosos y votarles-. Yo creo que al pueblo no le llegaría la idea del genio. El principal logro de los políticos ha sido, hacer creer al pueblo que nada va a cambiar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La manipulación ejercida por los medios de comunicación es constante. Estoy de acuerdo con lo que dice Ricardo.