PUENTE
Te crucé, porque te dejaste
te pisé porque te crucé
te crucé porque lo necesitaba
y ahora, al otro lado
te miro y admiro
te quise y olvido
diciéndote a Dios con un suspiro.
Marcho lejos de aquí
a un lugar donde perderme,
una ruta para encontrarme.
Un trazado de tierra dibujado en ti
me lleva hasta allí,
donde la oscuridad se hace luz
el silencio se oye.
Marta Fernández Olivera
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