ESPAÑA PEDIRÁ EL RESCATE
De cómo una gran nación se degenera
hasta límites cercanos al absurdo y el ridículo. La crisis mundial ha destapado
una crisis de España mucho más profunda. La democracia se había convertido en
silencio de corderos y el silencio ha permitido y consentido el desmadre,
político, jurídico, administrativo, cultural. La maravillosa nación que muchos
veían ya como la 9ª potencia mundial, convertida en la España de las Autonomías
ha sido un nido de víboras, que han terminado por devorarla. Los tres poderes del
Estado traspasaron sus líneas rojas. Hemos regresado al feudalismo de los
reinos de taifas; humana y moralmente, se han perdido los principios y los
valores naturales, humanos y religiosos.
En general, se ha gastado infinitamente más
que lo que se ganaba, las familias, las empresas y las administraciones. Estas,
dejaron sin pagar las facturas y las metieron en un cajón, hasta que cambiara
el dueño del sillón. Se construyeron puertos,
aeropuertos, polideportivos y hasta sombreros arquitectónicos de diseño, por importes
millonarios, sin usuarios y sin necesidad. Únicamente para alimentar el ego y
las carteras de los políticos de turno y la rivalidad de que “nosotros no vamos
a ser menos” que el vecino. Hasta el territorio autonómico más simple abrió
embajadas en el extranjero.
Las entidades financieras dejaron de dar
crédito - su razón de ser- a los clientes y empresas. Se forraron las personas sin escrúpulos y los
ladrones de guante blanco. Los 400.000 políticos, y sus camarillas de asesores,
sus privilegios y sus sueldos, se convirtieron en un cáncer para la sociedad,
llegando a ser la tercera preocupación de los ciudadanos en las encuestas, por
detrás del paro y del terrorismo. Los sindicatos, con subvenciones millonarias,
no abrieron su boca.
Ahora que nos damos cuenta que los
políticos anteriores y los actuales nos han mentido, que prometieron una cosa y
han hecho lo contrario, unas veces por
capricho otras, porque es realmente lo que
Europa les permite, para reducir el enorme déficit. Las verdaderas reformas no se han hecho. Las
Autonomías son las causantes del desastre en su mayor parte. No han sido borradas
de un plumazo. Es más, se alzan contra el gobierno central, a quien acusan de
todos los males, y piden, exigen mejor, anticipos millonarios de rescate. Pero
cuando una Autonomía se propone reducir a la mitad los diputados (luego se
puede), la oposición vota en contra (Castilla la Mancha). Casualmente los dos
partidos que llevaban gobernando la comunidad desde su constitución hasta el
año pasado.
Se desmantelaron empresas rebajando la
indemnización por despido a los trabajadores y admitiendo prejubilaciones
anticipadas de personal cualificado, con 55 años. Hay más de 5 millones de
parados y familias enteras con todos los miembros en paro.
Mientras, se desahucia a las familias
que no pueden pagar sus hipotecas, se inyecta dinero público a los bancos, cuyos directivos cobran
nóminas o pensiones millonarias. Se ilegalizan organizaciones terroristas, y se
negocia con ellos y se sigue la hoja de ruta que ellos marcan. Se cede al
chantaje y a la presión de los terroristas y los jueces del alto tribunal les
amparan y permiten que estén en las instituciones, cobrando del erario público.
Los terroristas encarcelados organizan
huelgas de hambre con sexo y con jamón y consiguen su objetivo, en contra de la
opinión de las víctimas.
El Estado de las Autonomías, ha roto la
cohesión social y ha exacerbado los separatismos. Se han agrandado las
desigualdades entre regiones, sobre todo en el aspecto sanitario, educativo,
asistencial y lingüístico. Pero eso sí, cada territorio dedica cantidades
sustanciosas de recursos en propaganda, dentro y fuera del territorio, mientras
se fomenta el autobombo con una o varias cadenas de televisión territoriales,
emisoras de radio, y revistas semipanfletarias, sin ninguna autocrítica ni temor al despilfarro por los
periodistas cortesanos. En ese afán nacionalista se han derribado monumentos y
rescrito la historia para resaltar la grandeza de la aldea y el terruño. El
adoctrinamiento no hace libres, pero le interesa borrar el rastro de España. La xenofobia ahora es Hispanofobia, y se ha
generalizado. Los catalanes no hacen ni caso a las sentencias del Tribunal
Supremo. Pequeños ayuntamientos se declaran territorio independiente
-"territorio catalán libre"- y se cambia, de forma masiva el nombre
de la Plaza de España, por Plaza de la Independencia. Hasta el escudo ha sido ocultado o sustituido. http://www.vozbcn.com/2012/09/03/124635/cambian-plaza-espana-independencia/
Los separatistas vascos están ya
frotándose las manos, ante las próximas
elecciones de octubre, con las bendiciones del PNV y del Partido
socialista de Euskadi (PSE) con quien no han dejado de negocia, a
pesar de las víctimas. Como dice, Pedro Llera en su artículo titulado “Irene”,
una amiga de su mujer asesinada por ETA,
“los asesinos de ETA quieren romper la unidad de España y lograr la
independencia del País Vasco. Son secesionistas, independentistas”. Y concluye:
“Se oye muchas veces el manido argumento de que las ideas no se persiguen.
Mentira. Las ideas que atentan contra la dignidad del ser humano o las que
pretenden acabar con la historia y la cultura de una nación como España no se
deben tolerar. Los que propugnan el fin de España y su ruptura deben estar
fuera de la ley. Todo lo demás huele a traición”.
“Mientras se iba fraguando la quiebra que
nos ha llevado a la situación dramática que vivimos, nuestra clase política ha
perdido años y años discutiendo asuntos tan trascendentales como la reforma del
Estatuto de Andalucía o la polémica sobre la asignatura de Educación para la
Ciudadanía, justo en el país europeo que tiene menos alumnos con conocimientos
sólidos de inglés y donde hemos alcanzado los índices más escandalosos de
fracaso escolar”(E.Jordá). Andalucía, la Andalucía de la luz y del ingenio,
maltratada por el paro, las mentiras y los ERES, ha puesto en marcha la última
ocurrencia, con gran despliegue en los medios de comunicaciones nacionales e
internacionales.
Un Diputado comunista andaluz, alcalde
de Marinaleda y el Sindicato Andaluz de Trabajadores SAT, han asaltado Centros
Comerciales, Hoteles de lujo, Bancos y Cajas de Ahorro, en varios lugares y
provincias. “Que un personaje de esa calaña haya sido portada de prensa y
abierto telediarios “cachondeándose” de las normas, insultando a un ministro al
que ha tildado de borracho y bobo y que a nadie se le haya caído la cara de
vergüenza, es otro síntoma más de la grave enfermedad que padecemos.
Si atacar supermercados, hurtar
alimentos, invadir bancos y propiedades privadas, coaccionar y zarandear a
humildes trabajadores, no tiene reproche alguno, apaga y vámonos” (El Pirata,
Fantoches y ladrones, http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=14544
Hay muchas interpretaciones de las
acciones de Sánchez Gordillo. La más moderada es de Jesús Martín Ostios, en la
Revista Utopía: “debe ser considerado como una llamada de atención, como una
denuncia ante la situación que padecen muchos de los ciudadanos que viven en
nuestro país”.
¿Puede extrañar que estemos hundidos en
un pozo, y que tengamos que pedir el rescate?
¿No se podía dejar de recortar en gastos sociales y meter la tijera en
los tinglados autonómicos, en el senado, diputaciones, sindicatos y partidos,
en alquiles e inmuebles, en asesores,
privilegios, propaganda, subvenciones innecesarias, empresas y
televisiones ruinosas, coches, chóferes, etc., etc.?
Para
completar el panorama de desastres, han incendiado España, de norte a sur,
península e islas, en la mayoría fuegos intencionados que han destruido, en lo
que llevamos de año cerca de 185.000 hectáreas.
Esto da muestras de una España
irreconocible. Y más envejecida, porque entre unas y otros, han impedido nacer
más de un millón de niños. Algún político dijo que no la reconocería “ni la
madre que la parió” (Alfonso Guerra). La han dejado hecha una pena, o como diría un castizo, hecha un
Cristo. Últimamente hecha un “Ce omo”, según Cesar Vidal.
«Ecce homo» se convirtió en sinónimo de la representación de Cristo,
coronado de espinas y vestido de púrpura, mostrado a las turbas que sólo desean
su muerte… Sin embargo, como el vulgo no suele tener un oído especialmente fino
para los idiomas ni tampoco para el significado de expresiones extranjeras, en
el lenguaje popular «Ecce homo» acabó convertido en «Ce omo» en el sentido de
horror o adefesio. Recientemente, en una simpática localidad aragonesa, se ha vivido
un episodio de transformación de «Ecce Homo» en «Ce omo» verdaderamente
paradigmático. Una anciana acometió la tarea de restaurar un Ecce homo
parroquial y lo dejó convertido en un verdadero «Ce omo» imposible de describir
en su horror estético”… “Cuanto más pienso en todo esto, más llego a la
conclusión de que lo sucedido es toda una alegoría de la situación de España.
Personas sin preparación alguna y con un atrevimiento rayano en la insania han
destrozado nuestra nación hasta convertirla en una caricatura de lo que era.
Los que tenían que haber velado porque no sucediera ni rinden cuentas ni dan
explicaciones”. http://www.larazon.es/noticia/5829-el-ce-omo-por-cesar-vidal
Aunque he generalizado, para que se me
entienda, -siempre hay honrosas excepciones-, lo cierto es que hasta ahora no
ha surgido nadie con carisma para poner orden en tanta anarquía. Y lo
necesitamos cuanto antes, porque sin esa autoridad, a pesar del rescate, y
aunque llegue Eurovegas o el Plan Marshall seguiremos cayendo. Puede ser “pan para hoy y hambre para
mañana”, dice Mario Conde. Y añade que “sólo nos queda apelar desesperadamente
a Europa” http://www.intereconomia.com/blog/pan-para-hoy-20120908
Hemos perdido el Norte (y la brújula) en
muchos niveles. Para empezar: ni Madrid
ni Navarra han podido inaugurar el curso
2012-2013, en la universidad, sin
altercados. Me temo que: ¡no hemos
tocado fondo! Las verdaderas reformas y las leyes más necesarias están por
llegar. La casta política, y sobre todo los
dos grandes partidos, de ayer y de hoy, siguen sin enterarse y
arrojándose insidias. Inconscientes y miedosos no son responsables al 50% de la
situación actual, pero entre ambos lo son al 95%. El coste, por ellos, será grande. La sociedad
civil de la España invertebrada y destrozada, se levantará, pero no lo
olvidará.
José Manuel Belmonte
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