MARIO CONDE, SCyD Y EL LOBO. ANTONIO DE MIGUEL ANTÓN


MARIO CONDE, SCyD Y EL LOBO

¡Cuánto mito falso hay que romper aún sobre el lobo¡ Hay que romper de una vez con la imagen que tenemos del "lobo" devorador y sangriento. Hay que romper con ciertas leyendas y mitos falsos del "lobo". El hombre lo ha criminalizado por intereses personales, económicos principalmente.  Hay que separar el lobo real del imaginario. Cuánto daño han hecho ciertos cuentos infantiles, como Caperucita roja, los tres cerditos; ciertos mitos con el “hombre lobo”; ciertas leyendas urbanas, ciertos medios de comunicación e información, vendidos a las conveniencias y clientelismos del sistema. ¡Cuánto daño!


Estos mitos falsos se han grabado en el subconsciente de la memoria y han dañado mucho  a nuestra naturaleza, a nuestro medio, a nuestra libertad, a nuestra independencia, a nuestra moralidad, a nuestra democracia, a la búsqueda de la verdad. El lobo es un animal muy social; a los lobos ancianos y sin dientes les acompaña un lobo joven, el lobo escudero, este caza para él y le mastica la comida. Vive por y para él. La sociedad del lobo es sofisticada y admirable. Cada lobo muerto impide la recuperación definitiva de esta especie única en el mundo, solo vive en Portugal y España.

Estos lobos de hoy, son los supervivientes de una masacre continua a lo largo de la historia de España. Merecen protección total, ser escuchados, admiración  y ser especie protegida. Quieren un lobo etiquetado, presidiario, convicto, estafador, arrinconado,  con una imagen de que se apropia de lo que no es suyo  y yo lo quiero admirado y aceptado, protegido y aliado. Y no solo defiendo una especie, defiendo una manera de ser, de pensar, de vivir; un sistema más justo, más libre,  un medio natural con otro aroma.

La guerra por proteger al lobo, a sus defensores; por proteger otra forma de hacer política, otra forma de pensar y de hacer, otra democracia; va a ser larga, además no es nueva por desgracia. Solo pido que estemos todos-los que sí y los que no- a la altura de las circunstancias.



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