UNA
EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD, UNIVERSAL Y GRATUITA
Una educación pública, de calidad,
universal y gratuita, es la única posibilidad de progreso social para los hijos
de las clases populares, así como un mecanismo indispensable de justicia social
y de igualdad. Por si estas razones éticas no fueran suficientes, todos los
especialistas señalan además que la educación es la vía más rápida para el
progreso de las sociedades, para un desarrollo económico firme y para producir
profesionales cualificados capaces de competir en una economía moderna. La
educación es el único camino que puede llevarnos al club de las naciones más
desarrolladas. Llevar a cabo una política de recortes, sea cual sea el color
político de los responsables, es un atentado flagrante al Estado del Bienestar
y por tanto una agresión directa al conjunto los ciudadanos.
El colectivo docente también sufre las
consecuencias de la crisis. En los últimos años los recortes salariales se
estiman en más de un 20% de nuestra renta, y a ello se le suma el previsto
DESPIDO de miles de compañeros interinos (más de 2000 sólo en Málaga, 15000 en
toda Andalucía). Cada uno de estos recortes y especialmente, cada uno de estos
despidos, tiene el rostro de un trabajador, y con ellos el rostro de miles de
familias que se enfrentan a su propio drama doméstico.
El profesorado quiere dejar claro que no
es insensible al drama que muchas otras familias y trabajadores de cualquier
otro sector están experimentando. Es más, en muchos casos los vivimos en
primera persona porque afectan directamente a nuestros alumnos. El paro, la
crisis y el malestar social se cuelan, sin lugar a dudas, en nuestras aulas. Y
precisamente porque nos solidarizamos con esta situación general solicitamos la
comprensión de la comunidad educativa ante lo que consideramos una vulneración
de nuestros derechos.
Pero por importante que esto sea,
queremos subrayar de forma destacada que los recortes educativos son un
problema de todos, y que AFECTAN PRINCIPAL Y DIRECTAMENTE AL ALUMNADO.
El aumento de dos horas lectivas para el
profesorado supone el incremento de alumnado para los docentes (entre 25 o 50
alumnos más con sus respectivas historias y problemáticas), es decir, menos
dedicación para cada uno de ellos. En la misma línea se orientan medidas como
las de reducir plantillas (despido de interinos) o aumentar las ratios (aumento
del nº de alumnos por aula). A ello se le suma los recortes en material y
recursos, y en otros territorios del país cierres de comedores e incluso de
escuelas rurales. Es probable que también se vean afectados los programas de
diversificación, clases de apoyo, desdobles de aula, etc, disminuyendo así la
posibilidad de una atención más personalizada, es decir, que los alumnos con
más dificultades no podrán recibir más ayuda. Las bajas no serán cubiertas
hasta pasados 15 días, con lo que los alumnos perderán como mínimo hasta medio
mes de clases en dichos casos. Ninguna de estas medidas tienen un fin
pedagógico sino que están motivadas única y exclusivamente por razones
económicas. La educación privada podrá sortear estos problemas, ya que se
autofinancia, pero no así la educación de la mayoría de las familias,
condenando a sus hijos a una educación pública masificada y que no atiende sus
necesidades concretas.
Con todo, el profesorado suplirá con su
esfuerzo estos obstáculos. Y lo hará con el apoyo de las familias y alumnos,
principales interesados, en el convencimiento de que en la unidad de la
comunidad educativa descansa la salvaguarda de nuestra educación pública. Los
profesores exigimos que nadie socave nuestro trabajo diario, muchas
veces invisible y en ocasiones al margen de lo normativamente obligatorio.
Pedimos que no destruyan nuestra ilusión de educar y formar ciudadanos, ilusión
que para muchos es vocacional, pero que en cualquier caso es para todos
nosotros una forma de ganarnos la vida.
Por todas estas razones, porque estamos
orgullosos de ser docentes y somos conscientes de la importancia medular que la
educación tiene para nuestra sociedad, solicitamos el APOYO y la comprensión
del conjunto de la comunidad educativa para con nuestras reivindicaciones.
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