DE
AQUELLOS POLVOS… VIENEN ESTOS LODOS
No suelo volver sobre una noticia, a no
ser para destacar algún matiz o realizar alguna precisión. Y es lo que pretendo hacer a propósito del Robo,
en dos localidades andaluzas y bochornoso espectáculo televisado que es lo que
deseaba el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) el aforado Sánchez Gordillo, dirigentes de IU, y de más ocasionales defensores de los
pobres en esta Comunidad Autónoma, gobernada desde su fundación por la
izquierda.
Esta mañana en el bar, mientras tomábamos café y pasaban las imágenes en
televisión del asalto a Mercadona, la
gente se pronunció y se dividió casi al 50% a favor y en contra. La
discusión no llegó a mayores, porque el
Bar no es el parlamento, ni hay televisión, y un café antes de las 8 dura poco más
que un suspiro.
Pude
escuchar:
-Eso es derecho. Eso es lo que hay que hacer.
-¿Por
qué no han asaltado Eroski?
-¿Por
qué no cargan los carros en su casa y se los llevan?
-Otros
se han llevado más y nadie ha mandado a la policía a investigar.
-Un
diputado, no puede impulsar y coordinar una canallada de este tipo contra una
empresa que está creando puestos de trabajo.
El
alcalde de Marinaleda, para algunos héroe y para otros responsable de estos
actos que ponen al Estado de Derecho al límite entre la paz social y el abismo
de la ilegalidad, decía que los ERES de Griñán, eran mucho más graves que su
acción.
Mi
café no dio para más. El tema sí, por mucho tiempo. En democracia, en España,
se han bordeado y traspasado con mucha frecuencia las líneas rojas que la
delimitan. Si estamos a punto de ser intervenidos, con una deuda astronómica y
una economía en quiebra técnica, con un paro insoportable, y con miles de
empresas quebradas o cerradas, si estamos asfixiados a impuestos y recortando
sueldos de funcionarios, sanidad etc., todo esto no ha sucedido de un día para
otro.
Los
“fondos reservados”, los “combolutos”,
“los poceros”, los “ERES”, los aeropuertos para que aterricen las moscas, los
“matas”, los “camps”, “las transacciones en las gasolineras”, “el 3%”, los privilegios
privilegiados de sus Señorías, los organismos de recalificación y los poderes
de colocación, los coches oficiales y las mariscadas, la inoperancia de los
interventores y supervisores de los bancos y cajas, las “inyecciones” para
recapitalización, y los sueldos y pensiones de los directivos, los artificios
contables, las mentiras y la demagogia, han sido el pan nuestro de cada día.
¿Cómo puede haber más políticos y asesores, más coches y chóferes, que en las
naciones más poderosas de la UE? La fiscalía y los jueces, tampoco han estado a la altura, cuando no torpemente
mirando hacia otro lado. ¿Quién ha pagado y sobre quien se quiere cargar el
mochuelo? Sobre los de siempre.
En
su día escribí, que en general, la corrupción, cohecho, malversación, robo,
etc. era de juzgado de guardia. Que no se podían ir de rositas los que nos
han dejado en la ruina. Y resulta que en lugar de denunciarlo urgente
y que devuelvan lo que se han llevado o permitido que desaparezca, resulta que
nos imponen unos recortes y más sacrificios, a los de siempre. Comprendo que la
urgencia es mala, pero es sobre todo si un ciego la toma como guía. No han
tenido la hombría de meter mano a la
casta política, los sindicatos, y la caterva de subvencionados de toda laya, y
todos los enchufados a dedo en los distintos organismos. ¿Quién escucha a la
sociedad civil? ¿Quién escucha lo que se dice en el bar?
De
todos esos polvos, señorías, señores magistrados, sindicalistas empesebrados,
vienen estos lodos. Como alguien decía en Internet, “para evitar que la gente
se "tome la justicia por su mano", lo primero que hay que hacer es
demostrarle que tal justicia existe, y que "es igual para todos".
Nunca es tarde, aunque es muy tarde.
No
estoy justificando nada. Estoy con los parados y sus familias, con los que ya
no cobran desempleo y con los necesitados, como el que más. La solución del asalto al hipermercado, es
una barbaridad. ¡Robar no es la solución! La justificación de que es un acto
inducido por otros delitos, es pura demagogia. Hay que parar la locura. España
es un país mucho más grande, solidario y honrado que lo que sus políticos y su
sindicatos se empeñan en demostrar. ¿Por qué no dicen qué han hecho con la
cantidad de millones que han manejado, y que han ido a parar a sus partidos, sus
sindicatos? ¿Quién ha tenido, hasta ahora, la decencia de ocuparse de los
pobres? Estos de Sevilla no, por supuesto. Resulta que hasta una gran parte de
ONGs han prosperado, hecho turismo y más cosas, gracias a los pobres de aquí y de otras partes del planeta, y todo
con subvenciones generosas de las administraciones, con el dinero de todos.
Así
cualquiera, con el dinero, con los bienes de los demás, ser solidario, y hasta
un héroe puede serlo hasta este señor de las barbas.
Por
cierto, ¿a quién dieron la comida que se llevaron del Supermercado?
Porque el Presidente de la ONG Banco de Alimentos de Andalucía, Javier Peña
afirma:"No aceptaríamos en ningún caso las consecuencias de un robo para
ayudar a los más necesitados. Eso sería ir en contra de todo el marco legal en
que vivimos".
Pues eso, que hay que poner a cada uno en su
sitio. Y que cuando se siembran nubes y viento, se recogen tempestades.
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