PARALÍMPICOS Y ROSA REGÁS
Con
todo el respeto y con el mayor aprecio, quiero unir mi voz a la imagen
de estos atletas. Con el equipo de paralímpicos españoles (sin excluir, a los
de otros países, por supuesto) y, si me lo permiten, con los 80 periodistas
españoles que cubrirán el desarrollo de estos juegos para los medios de
comunicación, (sin excluir a los otros periodistas del mundo) quisiera alzar mi voz en su defensa.
Los 127 deportistas con discapacidad,
más los 15 de apoyo (guías etc.), van a participar en 15 de las 20 disciplinas
del programa paralímpico: atletismo, baloncesto en silla de ruedas, boccia - La
boccia es un deporte
paralímpico, similar a la petanca, cuya práctica está destinada a deportistas
con discapacidades totales o parciales en sus extremidades-, ciclismo
paralímpico, esgrima en silla de ruedas, futbol 5, halterofilia, natación,
remo, tenis de mesa, tenis en silla de ruedas, tiro con arco, tiro olímpico y
vela.
Ellos, como cualquier deportista,
para estar en estos juegos han tenido
que acreditar un esfuerzo en sus respectivas Federaciones que garantizan las
marcas con las que van a competir con otros deportistas del mundo entero. Las
Federaciones que aportan deportistas son: la de ciegos (FEDC), Personas con
discapacidad física(PEDDF), Personas con discapacidad cerebral(FEDPC), Remo
(FER), Personas con Discapacidad intelectual (FEDDI), Ciclismo (RFEC), Tenis de
mesa (RFETM) y Vela (RFEV).
En los pasados juegos, pudimos ver al
atleta sudafricano Oscar Pistorius, el atleta más rápido del mundo sin piernas.
Compitió al más alto nivel con dos prótesis, y es mundialmente conocido como el
atleta sin piernas.
Quiero que esa imagen sirva de base para
darnos cuenta del esfuerzo, dedicación y trabajo que tienen que hacer para estar
en unos juegos. Con palabras de un
atleta paralímpico: “cada día tienes que dar el máximo”. Ir al límite no es suficiente, la superación
tiene que llegar casi al imposible: “Si crees que algo es imposible es cuando
más tienes que trabajar por hacerlo. Hay
que obligarse a superar una limitación”.
Su enseñanza es la de la superación más
incluso que la búsqueda de gloria. Me emociona escuchar a David Casinos: “Es igual de importante
el camino que recorremos para ganar una medalla que conseguirla”.
He sido testigo del esfuerzo diario de
algunos, en el gimnasio, en la piscina,
en la pista. Allí, cuenta la voluntad, el deseo de superación, el
demostrarse a sí mismos que pueden, que son capaces, aunque suden, aunque se
les caigan las lágrimas por el esfuerzo o el dolor. Cierto que con el tiempo
hay una cierta tolerancia de la frustración. El psicólogo ayuda, y el
entrenador, para volver un día y otro, no por dinero, sino por sí mismos, por
hacer deporte, por esforzarse más que los demás para ser igual. Es todo un
reto.
Cada uno conoce sus capacidades y sus limitaciones,
pero “valores como la constancia, la determinación, saber cuál es tu objetivo y
las ganas de hacer deporte” son para Raquel Acinas, la base para destacar como
deportista.
No quieren que les consideremos héroes,
a lo sumo ejemplo de superación. Ellos son excepcionales, pero no son de otra
pasta, ni de otro planeta. Tienen otras capacidades, aunque tengan alguna carencia. Lo han demostrado cada
día en su entorno, en sus entrenamientos, y desde el día 28 de agosto se lo van
a demostrar al mundo entero. Nadie les va a regalar nada. Competirán en buena
lid con los mejores, como hacen los campeones, como lo están haciendo, ellos y otros
muchos día a día. Porque, no se olvide,
los paralímpicos que compiten, son una minoría, entre millones de seres humanos
como ellos, empeñados en superarse y salir adelante, con esfuerzo y dignidad,
pero sobre todo luchando contra la discriminación. De hecho, Londres quiere que
sean “los juegos de todos”, facilitando el desplazamiento y la vida a personas
que vivan con una discapacidad. La meta es servir de ejemplo para acelerar en
todos los países el proceso para que los gobiernos legislen y practiquen una
política de equidad para las personas con alguna discapacidad. En Londres y desde
cualquier parte del mundo se puede propiciar un cambio duradero en la conducta
de la gente hacia las personas con capacidades diferentes para lograr una mayor
justicia social.
Dicho esto, quiero poner, negro sobre blanco,
el peligro de la ideología de los perfectos, la vileza de los cobardes
progresistas y la inhumanidad de quienes ante cualquier esfuerzo o cualquier
dificultad solo ven problemas de dinero. Me refiero a quien piensa, que estos
atletas, son “monstruos”. Sí, textualmente. Ellos y los fetos con alguna
malformación, no deberían vivir, porque no van a ser felices; no son, pues, un
ejemplo, ni una oportunidad para cambiar nuestro comportamiento hacia ellos. Son “monstruos”, dicen. Es muy fuerte, decir
eso. Créanme que no miento.
Les pido por favor, que sigan leyendo y
me den la oportunidad de desenmascarar la injusticia del progresismo y el
absurdo de quienes hacen y propician leyes inhumanas, para acabar con lo que
“no les conviene”, con los “monstruos”, los Down o “el montón de células” que
deben terminar en la basura. La ideología feminista que acota el mundo para los
que pueden, para los perfectos y para los “felices”, no entiende de barreras.
Su desfachatez tampoco.
Pongo un ejemplo concreto, (seguro que
ustedes conocen otros en su entorno). Concretamente Rosa Regás, veterana escritora
catalana, a quien en su día el Partido Socialista nombró directora de la
Biblioteca Nacional. La hoy ya ex directora, cuando el actual Ministro de
Justicia de España, del Partido Popular, ha insinuado el deseo de cambiar la
ley del aborto para defender la vida, concretamente en el supuesto de
malformación del feto, ha saltado como un resorte, en su Blog “Ellas”,
del periódico Elmundo.es. “Señor Ministro,
¿no le parece que antes de dar vida a los monstruos debería ocuparse de que no
se resquebrajara la dignidad de los vivos, y defender para ellos trabajo,
vivienda, educación y sanidad?” Los llama así en dos ocasiones. http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2012/07/30/siniestra-ley-del-aborto.html
Y para que no haya duda, un monstruo sin dignidad para vivir, puede ser, según ella
“un feto o una persona sin brazos, o sin pies”.
Ha habido muchas respuestas, a la
profunda y lamentable ofensa nazi de la
Sra. Regás. Voy a citar solo dos de esas respuestas. José
Antonio Barragán Dorestes, dice: “como
abogado, como padre de familia, como persona que defiende el principal derecho
humano que tienen todas las personas concebidas, que es el derecho a la
vida, y sobre todo como persona con un
mínimo de sensibilidad y de sentido común, no puedo dejar de contestarle a su lamentable escrito…"El verdadero
monstruo es quien desea poder matar con impunidad a seres humanos inocentes e
indefensos, simplemente porque no son perfectos (...). Nuestra dignidad y valor
no se mide por el número de cromosomas, sino por lo que somos: personas".
Sra. Regás,
como veo que desgraciadamente, a Usted nunca nadie le ha explicado qué es eso
de la “igualdad de derechos de las personas con discapacidad en las sociedades
democráticas” permítame que le apunte algunos datos y le recuerde lo que dicen
algunos tratados internacionales sobre los niños y las personas discapacitadas:
La Convención
Internacional Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU,
aprobada en Nueva York el 13 de diciembre de 2006, que entró en vigor en
nuestro ordenamiento el 3 de mayo de 2008, (BOE nº 96 de 21 de abril de 2008),
señala en su art. 7 lo siguiente: “Los Estados Partes tomarán todas las
medidas necesarias para asegurar que todos los niños y las niñas con
discapacidad gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales en igualdad de condiciones con los demás niños y niñas”. Y en
su art. 10, al hablar del derecho a la vida, dice: “Los Estados Partes
reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán
todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho
por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás”.
La siguiente respuesta es de un veterano
escritor y periodista, comentarista habitual en los medios de comunicación, y
pregonero este año en las fiestas de la capital alcarreña, Andrés Aberasturi,
ofendido por el grandísimo desprecio y la “monstruosidad” de la Sra. Regás. Aberasturi, padre de un hijo con síndrome de
Down, le escribe “entre el asombro, la perplejidad y el asco”. Y comenta la
frase: "Antes de dar vida a los monstruos". “Naturalmente me faltan
palabras para expresar lo que sentí al leer semejante panfleto desde mi
agnosticismo y sólo entrando en el calificativo que Regás dedica a los
discapacitados. No puedo creerlo. Un monstruo, ha leído bien. De forma que si
los diagnosticados por una malformación son para doña Rosa unos monstruos en
caso de que nazcan, lo son también los ya nacidos: mi hijo es para la escritora
un monstruo”.
Le
pide, pues, que rectifique. Según él lo “que debería rectificar es cuando
asegura que "las (mujeres) europeas ya tienen ese problema solucionado de
no querer dar vida a quien no podrá disfrutarla." ¿Qué sabe Rosa Regás de
eso? ¿Qué sabe Rosa Regás de la risa abierta de mi hijo, de su paz cuando
duerme, de su mirada llena de luz cada mañana, de lo que le hemos podido dar y
de todo lo que él nos ha dado? ¿Cómo se atreve Rosa Regás a generalizar y
afirmar que mi hijo -y tantos hijos- no pueden disfrutar de la vida? ¿Con que
derecho dice tales cosas? ¿Con qué base científica? ¿Con qué permiso?”.
Creo que es suficiente. Con lo dicho
hasta aquí estoy defendiendo la vida. Estoy con todos los paralímpicos,-lo sean por causas
anteriores al nacimiento o posteriores-, del país que sean. No estamos hablando
de medallas, ni de diplomas, hablamos, señora Regás, no de monstruos, sino de
personas. Son y representan, la inmensa dignidad de ser humanos. Estamos con los
que van a competir, y con la multitud de quienes, desde sus casas vibrarán con
sus triunfos, aunque tengan tal vez, como los paralímpicos, alguna discapacidad,
o mejor, alguna capacidad diferente. ¿Y qué? En la vida, y en el mundo podemos
y debemos “jugar todos”, olímpicos y paralímpicos. ¡Pero sin trampas y sin
privilegios! ¿O es sólo- el mundo y las trampas- para los que los progresistas
decidan? ¿Sería más habitable este mundo si acabaran con los “paralímpicos”,
con su humanidad, su esfuerzo, su ejemplo, su ternura y su sonrisa?
¡No lo permitan! ¡No se callen! No se dejen
embaucar. A sus dictaduras les llaman democracias populares, y terminar
con la vida de indefensos inocentes, le
llaman derecho. Si nos callamos, terminarán por conseguirlo. ¡Están ya acabando
con los Down, cuya esperanza de vida, según el prestigioso ginecólogo, Esteban Rodríguez
Martín, apenas llega a 150 días! Ya no se ven, porque no nacen. ¿Por qué? “Porque lo más grave que
está sucediendo en la atención medicalizada de las personas con síndromes de
Down es que están siendo cribados y seleccionados desde sus primeros días de
existencia mediante test invasivos y no invasivos para facilitar su
ejecución antes de las 22 semanas de vida”. http://www.hazteoir.org/noticia/46923-esperanza-vida-personas-sd-down-no-llega-150-dias
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