LA ECONOMÍA INSOSTENIBLE. JOSÉ JOAQUÍN
LEÓN
Son las dos Españas. Pasamos de un
extremo a otro. Hemos pasado de la economía sostenible de Zapatero, que no se
la creía ni él, a la economía insostenible de Rajoy, que tampoco se la cree ni
él, pero sí ella, la señora Merkel, que es quien ordena y manda. Esta España,
que se quedó extasiada y anestesiada con las idílicas utopías del zapaterismo
imposible, se halla sobrecogida con los recortes del hacha y la especulación de
los mercados malvados, devoradores, insaciables, que no se contentan. Quieren
más sangre, más sudor, más lágrimas, más IVA… Más de todo lo que frene al país,
pero menos funcionarios. En esos dos mandamientos se resume el catecismo de la
economía insostenible, que nos promete un paraíso de ya te veré dentro de 10
años.
Esta economía, además de insostenible,
es injustificable. ¿Alguien sabe para qué se recorta tanto? Dicen que es para
mejorar, pero no mejora nada que se vea. Dicen que es para rescatar, ¿pero
alguien ha visto los euros del rescate de los bancos? Esto es como si uno no
paga sus deudas y se las cobran a otro; y si es a un funcionario que pasaba por
allí, a la hora del desayuno, mucho mejor.
Así las cosas, la señora Merkel sabrá
que le están cogiendo manía. Ya se está propagando el rumor de que Alemania ha
ganado la III Guerra Mundial sin disparar ni un tiro. Y tampoco es eso. Tampoco
es que la señora sea como Hitler, pero sin bigote. No hay que exagerar.
En tiempos de economía insostenible
aparecen nuevos héroes. Ahora se ha puesto de moda Superkrugman, el superhéroe
del crecimiento. Este Krugman ha escrito un libro titulado ¡Acabad ya con esta
crisis!, donde dice que vamos por el camino equivocado, que se debe potenciar
el crecimiento y crear empleo, pues haciendo el capullo y frenando el consumo
no van a salir de ahí nunca. Hollande lo ha leído y lo intenta, pero tropieza
con ella. A Krugman, que escribe en el New York Times y hace sus profecías
(como que Grecia se saldrá del euro), unos lo idolatran y otros lo ponen a
parir. Algunos que acaban de entrar en un departamento de facultad han escrito
críticas mofándose de Superkrugman, que ganó el Premio Nobel de Economía en
2008 y el Príncipe de Asturias en 2004.
Se supone que para ganar un Nobel de
Economía hay que tener algunas nociones mínimas. No lo ganó Elena Salgado. De
Guindos tampoco, aunque también escribía artículos, si bien con unas tesis
diferentes a las de Superkrugman, oráculo de los nuevos tiempos y azote de Bush
II en su día. Hay muchos indignados. Y ocurre eso, que como no se ven los
resultados de la economía insostenible, aparte de las manifestaciones y demás
jaleos, la gente se vuelve hacia los profetas que dicen algo diferente. A ver
si es verdad.
PUBLICADO EN MÁLAGA HOY
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