ISMAEL SERRANO
Ismael Serrano es un cantautor
madrileño nacido en 1974 que mezcla canciones de amopr, desamor, música
reivindicativa… propias de las canciones de autor. Estudió Física en la
Universidad Complutense Madrid, donde empezó a tocar en los locales madrileños.
En 1997 grabó su primer álbum, Atrapados en azul, en el que recuperaba la
canción protesta, donde se incluye una de sus canciones más conocidas, “Papá
cuéntame otra vez”. Hasta la fecha ha publicado once discos. El último,
titulado “Todo empieza y todo acaba en ti” nos sirve como pretexto para
entrevistar a este madrileño que sigue creyendo en la utopía de un mundo mejor.
Trece canciones tiene el disco, trece canciones hace Utopía, cuestiones
relacionadas con el título de sus discos y con los problemas del mundo actual.
TODO
ACABA Y TODO EMPIEZA EN TÍ. ¿En la carrera de Ismael Serrano hay finales y
comienzos o asistimos a una evolución lineal dentro de una personalidad que
siempre se mantiene?
Yo creo que ningún disco es
rupturista con respecto a los anteriores, es más bien una carrera y búsqueda
constante por encontrar una voz propia que me distinga. En cada disco uno trata
de imprimir todo lo aprendido, de dar una nueva vuelta de tuerca a los contenidos,
pero en ningún caso romper con la tradición de la canción de autor ni con lo
que he venido haciendo hasta ahora. A pesar de que a veces uno cuando empieza
con un disco nuevo, tiene la disposición mental de empezar de nuevo, lo cierto
es que no se puede romper con el pasado.
POR
FIN TE ENCONTRÉ.
¿Quiénes son sus referencias? ¿A quién
ha encontrado durante estos años que le hayan influido positivamente en su
música?
Si me dedico a esto de la música
es porque crecía escuchando a gente como Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute,
Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez y otros muchos trovadores que han escrito la
banda sonora de mi vida y que me han enseñado que a través de la música uno
puede encontrar en lo cotidiano una poesía, una ética que no siempre somos
capaces de ver. Respecto a la segunda cuestión, desde que comencé hasta ahora
siempre vas encontrando gente que te ayuda a levantar la mirada y seguir hacia
delante. Uno las cosas más bonitas que te da la muisca son los viajes que he
hecho y, sobre todo, los viajes por Hispanoamérica donde he tenido la
oportunidad de conocer a gente como Pérez Esquivel, de poder colaborar con las
madres de la plaza de mayo, de tener una charla con la viuda de Víctor Jara…
Uno encuentra a gente excepcional por el camino que te ayuda a entender que no
estás sólo y que te ayuda a levantar la mirada.
DESPIERTA.
¿Es la música una herramienta para despertar las conciencias?
Puede servir para despertar conciencias,
pero fundamentalmente la música es un espacio para entender que uno no está
sólo, que uno está acompañado en el cuestionamiento de la realidad o en sentimiento
de amor, desamor, esperanza, indignación… y eso es tremendamente útil en los
tiempos de adversidad, porque saberte acompañado te hace sentir más fuerte. Es
un espacio para la reflexión, generar esos espacios para profundizar en una
sociedad en la que apenas tenemos tiempo precisamente para eso, para
profundizar, en una sociedad en la que consumo de información que hacemos es
voraz, donde todo es tratado como objeto de usar y tirar. Plantear otra forma
de entender la música y de entender el diálogo entre unos y otros me parece
útil en estos días.
MAÑANA
PORTEÑA EN MADRID. En sus discos siempre podemos encontrar referencias a
Latinoamérica. ¿Cree que en estos años hemos aprendido a apreciar la emigración
o nos hemos replegado sobre nosotros mismos?
No, no la hemos entendido en
ningún caso, y nos cuesta entender que las corrientes migratorias son
inherentes a la especie humana. Tal es así que nosotros hasta ahora estábamos poniendo
leyes más restrictivas al ingreso de extranjeros en nuestro país en busca de
trabajo y ahora nos toca salir a nosotros a buscar trabajo fuera. Debiéramos
recibir a la gente con el mismo cariño y la misma atención con que ahora nos
gustaría que nos recibieran cuando ahora nos toca salir.
TE
ODIO. Escuchándole, es evidente que es posible odiar lo que se ama, pero ¿Qué
cosas de nuestra sociedad odia sin reservas Ismael Serrano?
La resignación en algún punto,
el abuso, la impunidad y el jactarse de esa impunidad. Esa sensación de
impunidad parece tenerla esa clase política que hoy por hoy está haciendo un
uso indebido de la confianza que los ciudadanos han depositado en ellos. Es
algo que me enerva.
MIENTRAS
TÚ LLEGAS. ¿No le parece que estamos esperando quizás demasiado a cambiarlas?
Fundamentalmente lo que estamos
es asustados, en estado de shock. El sistema en el que vivimos ha creado un
ambiente de precariedad permanente en todos los ámbitos de la vida que nos hace
sentir desamparados y solos y que sirve para atomizar una sociedad que ha
perdido su conciencia en lo que respecta a su capacidad para influir en la
realidad. Hubo un tiempo en el que el ciudadano fue un ciudadano protagonista de la historia
porque se sabía capaz de influir, hoy por hoy ha perdido su protagonismo porque
cree que el destino está escrito. De hecho gran parte del lenguaje que se usa
para describir esta crisis va en esa dirección, se habla de ella como si fuera
un ajusta de la naturaleza y se hablan de los ajustes como si fueran deberes
ineludibles, como si a los políticos no les quedara otra alternativa. Si no son
capaces de exponer alternativas es que
han fracasado en su trabajo como políticos porque su deber es ese.
LUCES
ERRANTES. ¿Es posible el optimismo en el futuro?
Creo que sí, es algo que está en
la naturaleza del ser humano esa ambición por mejorar el entorno, la
convivencia, esa capacidad para soñar. Sólo reconsiderando el rumbo que está
tomando el planeta sobreviviremos, y es
inevitable que las cosas cambien.
YO
ERA UN TIPO SOLITARIO. Percibe muchos tipos solitarios en estos tiempos?
Me temo que sí, pero por
imposición. Una de las cosas que ha conseguido esta moderna sociedad es romper
con los vínculos que hasta ahora establecían, vínculos de todo tipo, en el
trabajo, en los barrios, en el ambiente diario… Las comunidades se han roto, el
ataque constante a los modelos sindicales, a los modelos organizativos de los
trabajadores responden a la atomización de una sociedad que no nos hace sentir
cada vez más solos.
SEMANA.
Semana es una bella y sencilla canción de amor, que junto a los temas sociales,
son ejes de sus letras. Sin embargo, algunos echamos en falta en este disco
algunas dosis de humor que siempre, creemos, han sido también “marca de la
casa”.
Tienes razón, puede que sí,
puede que en este último disco no estuviera muy de humor, pero si me gusta
escribir canciones en las que poner una dosis de humor y quizás en este disco
ha faltado eso.
HIJA
DE LILITH. Canto a una mujer independiente y autosuficiente, ¿cree que hay más
o menos hijas de Lilith que hace unos cuantos años?
No sabría decirte, desde luego
que en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres aún queda mucho por
hacer, aun hoy las mujeres siguen teniendo perores sueltos, menos puestos en
los comités ejecutivos de las empresas, al igual que en la política… y eso nos
hace ver que aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad
entre unos y otros. No sabría decirte si estamos peor, pero desde luego sí que
todavía nos queda mucho.
HABRÁ
QUE SOMETER A REFERÉNDUM. Creo que la mayoría sometería a referéndum muchas de
las lacras modernas que expone en esta su canción, pero ¿Sometería también a
referéndum, aun a costa de perderlo, la ley contra la piratería?
Si, ¿por qué no? Todo merece ser
sometido a referéndum. No hay que tener miedo a los referéndums, lo que hay que
tener miedo es a la desinformación de la gente. Debiera ser un deber de todo
político someter a la consideración de la ciudadanía que es quien preside la soberanía
última cualquier tiempo de reflexión, más aún las grandes decisiones y más si
no venían en su programa electoral, como muchos de los ajustes que se están
acometiendo ahora.
Pero,
en relación a la piratería
El deber del legislador es
encontrar un equilibrio entre el acceso a la cultura que tiene cualquier
ciudadano y el derecho de cualquier trabajador a que su trabajo sea remunerado,
incluido cualquier creador artístico o musical. En busca de ese equilibrio está
la clave. No se ha hecho un debate serio y sí un debate muy contaminado. Me
sorprende que se haya abandonado ese debate o al menos que no se continúe con
la misma virulencia de antaño. Hoy por hoy el canon de los soportes para la música
lo que se ha hecho, en vez de sacar de ese canon la compensación por propiedad privada,
se ha pasado a los presupuestos generales del estado sin consulta ninguna y a
cargo del Estado y por consiguiente del ciudadano. No he escuchado las voces
indignadas de antaño con la misma fuerza.
TE
DEBO UNA CANCIÓN. ¿A quién o a qué le debe aún una canción Ismael Serrano?
Me quedan unas cuantas canciones.
Aún me siento en deuda con la gente a la que quiero porque creo que aún les
tengo que escribir muchas canciones y a mi indignación y a mi esperanza en estos
días también les debo unas cuantas canciones porque el estar indignado no me
hace perder la esperanza. Aunque en los tiempos actuales pese más la
indignación.
En
relación con la esperanza en “Papá cuéntame otra vez” denuncia que ya no hay
locos
Si los hay por supuestos. En el
tono de reproche que tiene la canción hay esa generación, hacer ver que se han
abandonado muchas luchas y ha habido mucha resginación a vivir en un mundo muy
diferente al que se soñaba. Pero en el fondo aún sigue habiendo locos empeñados
en levantar la mirada y en soñar mundos mejores.
CON
UNA PENA DE MUERTE. Hablando de penas de muerte, y aunque parezca traído un
poco por los pelos, matemos esta entrevista con el modo en que Ismael Serrano
mata los malos o menos buenos momentos de su vida.
Para eso sirve fundamentalmente
la música, para sostenerle la mirada a los miedos, no sé si para diluirlos, porque
los miedos no desparecen, pero sí al menos para diluirlos y convivir mejor con
ellos. La música es una terapia para convivir con tus dudas, tus miedos y tus
propios fantasmas.
CUESTIONARIO
Un
libro Sorgo
Rojo, de Mo Yan, el último premio nobel chino
Una
película
Amarcord, de Fellini
Una
canción que no sea tuya.
En estos días, de Silvio Rodríguez
Una
canción de Ismael Serrano.
Balance, hace tiempo que no la canto y que define bien una de mis obsesiones
que es el miedo la fugacidad de las
cosas
El
último concierto al que has ido. Javier Bergia, cantautor que me acompaña a veces y al que
admiro mucho
Un
momento histórico que te hubiese gustado vivir. Me gusta pensar que vamos a
vivir un momento histórico en los días que vendrán, que aún estamos a tiempo de
construir ese relato del tiempo en el que cambiamos las cosas y que nuestros hijos
nos pedirán que se lo contemos, aunque con una final diferente al de la canción
de Papá cuéntame otra vez.
Un
personaje histórico.
Las madres y las abuelas de la plaza de Mayor son un referente en la lucha por
los derechos humanos que merecen toda nuestra consideración.
Una
utopía. Esa sociedad
en la que los ciudadanos sepamos asumir el protagonismo que nos corresponde y encontrar
en nosotros mismos la llama que alumbra el futuro, una sociedad en el que el
ciudadano no esté temeroso por su futuro y sepa que va a ser escuchado por los
políticos que por vocación sirven al ciudadano y anteponen los derechos de la
ciudadanía por encima de las instituciones financieras y de los mercados.
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