ALTERNATIVA. A.S
La
enfermedad que tiene el Gobierno será más corta que larga, más o menos
dolorosa, pero acabará con él. Es demasiado grave lo que está ocurriendo y así
es percibido por la mayoría de la gente, gente que vota y pone y quita
gobiernos. ¿Y ahora qué? El P.P. tiene a
toda su cúpula contagiada, a direcciones regionales en lo mismo y el virus
campa a sus anchas por todos sitios. No pueden ser ellos su propio recambio. El
P.S.O.E. está tocado del ala por su pésima gestión de la crisis y episodios,
ciertamente esporádicos, de la misma afección. I.U. tiene menos de esos
problemas pero tiene uno de fondo: está caducada. En todo caso, creo que la percepción
generalizada es que no hay donde mirar, que ninguno arreglará nada. Rabia y
desesperanza.
¿Acabaremos
como Italia? ¿Tendrá que poner la U.E. un tecnócrata al frente? ¿Nos espera un
gobierno sin fuerza, un gobierno de contables? ¿Nos espera algo peor? Hay
muchos españoles deseando una solución. No es ni casual ni trivial el asombroso
movimiento de las acampadas en las plazas, no es casual ni trivial que en
cualquier reunión se hable con pasión de la situación política y económica. Y
es todo menos trivial el paro, la inseguridad en el empleo, el empeoramiento
radical de las condiciones laborales, los recortes... Hace falta una solución. Puesto
que los partidos políticos se han empeñado en ser inútiles, habrá que inventar
algo. Creo que es el momento de montar una plataforma política que dé
viabilidad a lo que se palpa en la calle.
¿Es posible? Organizarlo no es
tan difícil. Los nuevos medios tecnológicos permiten hacerlo rápidamente y con
eficacia ya probada. El problema esencial es que debe tener caras conocidas,
íntegras y respetadas, de profesionales de prestigio, intelectuales, etc. Un
ejemplo. Si encabezarán ese proyecto personas como Garzón, Sabater, Marías,
Iñaki Gabilondo, Pérez Reverte y tantos otros de ese perfil, se podría ver luz
al final del túnel.
A.S.
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